Hass Blutigen VS Mihasy Hayato (Quincy VS Shinigami)

Estamos en un páramo rocoso, con enormes rocas y grandes boquetes en el suelo que parecen pozos de 5m de diámetro, las paredes son desiguales es decir, no son rectos hacia abajo, ni tampoco son una circunferencia plana.

Me encontraba en un páramo rocoso, mi intención era entrenar por mi cuenta en una zona en la que no hubieran problemas para combatir sin miedo a destrozar algo. Todo lo que destrozara en aquel lugar no causaría efecto alguno en el mundo real, pues me encontraba alejado de toda civilización.
Estaba entrenando mis puños incandescentes con algunas rocas, cada golpe era como un mazazo que iba quebrando las rocas, sin embargo no era suficiente, pues no podía destrozarlas.
De repente un acto reflejo me hizo hechar la cabeza un poco hacia atrás. Un destello azulado pasó a gran velocidad por la zona en la que se encontraba anteriormente mi cabeza y se perdió en la tierra.
Volví a mi posición actual, me giré en dirección opuesta a la trayectoria que seguía el destello. Pude divisar a una persona en lo alto de una gran roca, el sol daba justo por detrás de él y no podía observar nada más que su figura oscura.
Me resultaba extraña esa figura, no era ni un arrancar ni un shinigami, por lo tanto tampoco era la de un vizard... entonces... ¿Qué era? Me quedé mirándole, el destello del sol me impedía divisar su rostro.

- Quien eres y que haces aquí...

Al momento no obtuve respuesta alguna.

- Maldito... que eres... no eres ni shinigami ni hollow... y los quincy fueron exterminados...

Me dió por pensar en los quincy debido a que ví un arco en su mano, sin embargo no podía ser, ya que los quincy fueron exterminados hacía ya mucho... O no. Recordé en ese momento que anteriormente me había enfrentado a otro quincy... Gared nosequé... no quería pensar que ese también fuera un quincy, si realmente era así, no tend´ria más remedio que acabar con él. Una cosa estaba claro... el ya había intentado acabar con mi vida.
Me quedé mirándole con mis puños incandescentes apretados y sucios tras haber estado golpeando la roca que tenía al frente. Me preparé para ejecutar un shumpô en cualquier momento.

- Has tenido mucha suerte Shinigami. Me llamo Hass Blutigen y sí, soy un Quincy, uno de los pocos que queda, pero también el que vengará a los ancestros asesinados injustamente. Solo somos humanos, nuestra vida es sólo un suspiro de la vuestra pero a la mía aún le quedan unos años, la tuya termina aquí.
- Antes de nada Shinigami, no es de muy buena educación exigir mi nombre cuando tú aún no te has presentado. Se ve que en la Sociedad de Almas no os enseñan modales, solo os enseñan a salvar las almas descarriadas, asesinos y psicópatas pero sin preocuparos por si han devorado miles de almas antes de ser "purificados". Dejaros de chorradas, un hollow es un asesino en serie y para esos solo hay una purificación, la desaparición total y completa. ¿Quieres salvar almas? Pues acaba con un hollow y habrás salvado a todas las almas que pensaba devorar, sálvalo y sólo salvarás a un asesino sin compasión.
Beide: Disparo 2 flechas la vez.
Las 2 flechas se dirijieron hacia el Shinigami describiendo una parábola y atacando cada una por un flanco.

- Sabes que te digo?? Coincido contigo... los hollow no merecen el perdón en sus delitos, pero no debemos olvidar que si al eliminarles van a la sociedad de almas, es por que en vida se lo ganaron... de lo contrario tu sabes que aparecerían las puertas del infierno y tendría una eterna vida llena de sufrimiento y agonía hasta el fin de los tiempos...

Dos flechas fueron lanzadas hacia mi que se dirigían describiendo una parábola sobre mi, comenzarona caer en picado, me quedé mirándolas,

- Arde... Yutodaiki.

Entré en mi estado de shikai mientras una esfera de fuego me rodeaba. Las dos flechas del quincy entraron en la esfera de fuego, al poco tiempo salieron despedidas a gran velocidad, perdiendo poder, a mi izquierda una y a mi derecha la otra, al poco desaparecieron.
La esfera de fuego desapareció como si de una pequeña explosión se tratase en la que la superficie de la esfera de fuego se rasgó como si fuera una hoja de papel y se esparció un poco, entonces se vio mi estado de shikai liberado.

Shikai: la zampakutô se convierte en una katana mas resistente y se alarga un poco, entre la empuñadura y el filo salen unos pinchos que llegan hasta la mitad del filo haciéndose cada vez mas pequeños.

Se notó en mi brazo izquierdo un pequeño desgarradao provocado por una de las flechas que habían entrado en mi esfera de fuego.

- Permíteme decirte una cosa Quincy... No estoy de acuerdo con la decisión de mis antepasados de exterminar a los tuyos... es más, tan solo ayudais a librarnos de los hollow, aunque vuestros métodos no sean los más nobles que digamos... Yo no tengo nada en vuestra contra, sin embargo no parece que vayas a ser disuadido por mis palabras... Es una pena, los vuestros están descendiendo en número, es más, pensaba que estábais exterminados, yo contemplé la guerra contra los vuestros, aunque no quise tomar partido en ella, por ello me degradaron de comandante general a ser el capitán de la décima división... Ahora parece que me estoy ganando nuevamente su respeto... aunque mi decisión no cambiará.

Agaché la cabeza y cerré los ojos mientras una ligera sonrisa invadía mi rostro. Susurré a mi zampakutô.

- Yutodaiki... no nos confiemos, ambos sabemos el temible poder de un quincy...
- Tranquilo Hayato... Lo sé... No te despistes y acabaremos con él en un santiamén jeje
- No le subestimes Yuto...
- Vamos, cállate, recuerda que los nuestros le exterminaron...
- ... cierra la boca maldito...

Desaparecí de la vista de mi enemigo por un instante, me dirigía hacia él mediante el shumpô con intención de quedarme en su frente para así soltarle un duro puñetazo en el estómago y mandarlo hacia arriba. Tras eso pensaba estirar mi Zampakutô hacia su dirección, no para atravesarle sino para abrasarle mediante el fuego de Yutodaiki. Pretendía crear un pilar de un intenso fuego 100º (está claro que para que aumente su intensidad habrá que aumentar la cantidad de este, asique exale imaginación al pilar de fuego que creo ) que se elevara hasta los cielos, aproximadamente unos 100m de largo. Finalmente realizaría un shumpô para ponerme encima suyo y asestarle un talonazo en el estómago y lanzarle hacia el suelo dándo un gran golpe que le destrozaría algún hueso.
Tenía la estratégia montada, en el momento llegué a su posición, comencé mi ataque: El puñetazo, el pilar, el talonazo... todo parecía ir sobre ruedas. Finalmente le obserbava desde arriba.

- Por cierto... creo que no me he presentado... soy Mihasy Hayato, capitán del 9º escuadrón de batalla... y esta es Yutodaiki... encantado de conocerte Quincy... jajajaja

Al caer el quincy levantó mucho polvo en el terreno montañoso, una nube recubría toda la zona sin embargo no tardaría mucho en irse, yo contemplaba desde las alturas cauteloso.

El Shinigami comenzó a decirme que estaba de acuerdo conmigo y que todos los Hollow eran basura pero estaba claro que solo lo decía para distraerme. Tras lanzarle las flechas éste se envolvió en una esfera de fuego en la que se internaron las 2 flechas aunque al poco ambas salieron disparadas en sentidos contrarios. Tras disiparse la esfera de fuego pude ver cómo la espada del shinigami se había transformado
-Eso debe de ser lo que llaman shikay. Si no me equivoco para ser capitán debes de saber dominar tanto el shikai como el bankai, ¿me equivoco? Vaya, no me esperaba que lo fueras a usar tan pronto.
Comenzó a decir tonterías sobre si estaba o no de acuerdo con la decisión de exterminar a los Quincy.
-¿Estás de broma? Por que no puedes estar hablando en serio. Tú no solo lo sabías si no que lo dejaste pasar haciendo que otros hicieran el trabajo sucio. Si no hubieras estado de acuerdo de verdad lo hubieras evitado, por que de igual manera tienen manchadas las manos los asesinos como los que no evitan los asesinatos.
Pude vislumbrar una sonrisa en su rostro a pesar de que miraba para abajo. Algo siniestro desprendía su forma de reírse. Saqué un tubo de plata e invoqué el Gritz:Una vara de plata golpea la cama de piedra de cinco dedos - ¡Estructura de la Quíntuple Restricción! Tuve el tiempo justo para invocarlo pues milisegundos después de que se formara apareció ante el Gritz con los ojos inyectados en rabia y le soltó un puñetazo brutal. A continuación me encontré en una especie de Tornado de fuego abrasándome para luego desaparecer éste y encontrarme al shinigami encima mía soltándome la mayor patada que me habían soltado jamás. Afortunadamente durante todo el proceso el Gritz me protegía por que había sido un ataque verdaderamente brutal.
Una vez en el suelo el Gritz se esfumó apareciendo yo escupiendo sangre entre una basta humareda polvorienta.
-¡Joder! Eso ha estado cerca. Si no hubiera reaccionado a tiempo... Ahora me toca pensar en algo que me dé ventaja.
Antes de que la nube de polvo cayera al suelo de nuevo, lancé una flecha hacia el foco de reiatsu que era el shinigami que claramente consiguió esquivar. Noté hacia dónde se desviaba y aparecí justo detrás de él usando hirenkyaku para ejecutar Saugen: Disparo a bocajarro robando su propia energía espiritual para crear la flecha. Como estaba en su forma Shikai la flecha fue enorme y muy difícil de evadir. Tras disparar la flecha usé hirenkyaku de nuevo para alejarme de él aunque lo hice a ras de tierra para ahorrar la energía que quedaba en aquel lugar.

Mi abrumador ataque dió en el blanco, sin embargo el blanco había sido modificado ligeramente... Había realizado una rara defensa, se había rodeado de algo realmente extraño, no sabría como describirlo, era una encerrona... se quedó encerrado él mismo en una estructura sólida, sin embargo al finalizar mi ataque esa barrera desapareció y apareció el quincy un tanto chamuscado y escupiendo un hilo de sangre por la boca.

- ¿Eso es todo lo que tenéis vosotros los quincy?... Dime una cosa, que es mejor, ignorar los idiotas o que te destruyan por tener razón... Yo les ignoré, y por ello hoy estoy vivo aquí eliminando los malvados hollows... purificando sus almas... llevándoles al rukongai... no me vengas con esas chorradas de que si hubiera querido lo habría evitado... una persona en contra de miles y miles no tienen nada que hacer... además, los vuestros también formaron parte de la escabechina...

Noté que apretaba los labios enfurecido. Algo extraño comenzaba a ocurrir a mi alrededor, notaba que mi energía cambiaba de sentido, mi reiryoku era atraído por el quincy. Estaba absorbiendo mi poder, al darme cuenta de eso noté que una flecha pasaba rozando mi rostro no sabía ni como la había conseguido ver, pero un acto reflejo me hizo mover la cara, de no haber sido así esa flecha me habría dejado un bonito piercing en la frente. Solo consiguió rasgarme la oreja derecha. La flecha se perdió por mi espalda.

"Este no era su ataque"

Ejecuté un shumpô para alejarme de la zona en la que estaba, pues este estaba en una nube de polvo que le impediria divisar mi movimiento, aunque claro está que si es inteligente detectará mi reiatsu... era más inteligente de lo que pensaba, pues nada mas aparecer de mi shumpô noté su presencia a mi espalda, en ese momento mi reiryoku se juntó al del quincy y este generó una gran flecha, estaba muy cerca. El movimiento fué rápido, pero no todo lo que debería, pues la flecha debía de formarse entera y al ser una grande le costaba un poco más, como por inercia dí un corte con Yutodaiki envuelta en mi reiatsu mientras el quincy lanzaba su gran flecha.
La punta de la flecha y la de mi zampakutô se clavaron, en ese momento la fuerza con la que lanzaba la flecha me dio un impacto que me lanzaba hacia atrás junto a la trayectoria de la gran flecha.
Yutodaiki se encontraba clavada en el centro de la flecha que me impulsaba hacia atrás. Nos desviamos y nos dirigimos hacia una gran roca en la que me quedé clavado de un duro golpe, la flecha no se detenía. Debía hacer algo.

"Maldita sea... es potente..."

Dí todo lo que tenía y comencé a extraer fuego de la punta justa de Yutodaiki desestabilizando la estructura de reiatsu de la flecha y destruyéndola, como si quemara una hoja de papel. ME desincrusté de la roca destruyéndola de un golpe de reiatsu.

- Joder... eso duele y no poco...
- Vamos debilucho... demuéstrale al quincy de lo que vales.
- Calma Yuto... no sabe lo que está haciendo jeje.

Me desprendí de la roca, mi Haori de capitán se había dquedado destrozado por lo tanto me lo quité y me quedé con el uniforme negro típico y tradicional de todo dios de la muerte. Mi espalda estaba dolorida por el contundente golpe del impacto contra la roca, aun así pude levantarme y moverme con libertad.
Ahora estábamos frente a frente. Uno delante del otro nos contemplábamos esperando la respuesta del contrincante, yo no solamente le miraba, sino que concentraba mi reiatsu y lo canalizaba para mi próximo golpe. No sin antes decirle a Hass:

- Antes de nada una cosa... emmm... Hass si no me equivoco... No pienses que el hecho de que posea un bankai te dará permiso a verlo... antes de eso debes demostrarme que de verdad eres alguien con quien merece la pena utilizarlo... Además, no estoy por la labor, si he liberado tan pronto mi shikai es por que quiero acabar con esto pronto...

Entonces un shumpô rapidísimo le hizo perderme de vista por un momento. No paraba de moverme de un lado a otro...
Hadō #33 Sōkatsui (Lluvia de fuego azul): Es una fuerte ráfaga de energía azul, parecido al el Shakkahō pero más fuerte y más extenso.
Desde todas partes, de todos sus flancos le llegaban destellos de fuego azul a gran velocidad, entonces supuse que los evadiría, sino todos la gran mayoría, de modo que en las partes que no habían destellos blancos lancé bolas de fuego de Yutodaiki para chamuscarle.
Me quedé elevado en los cielos esperanco una reacción, pues todo lo qeu veía en ese momento era una nube roja por el fuego, azul por los destellos del Sokatsui y marrón por que se levantó una gran humareda, contemplé desde una distancia prudente en las alturas con Yutodaiki almacenando reiatsu.

"Como salga ileso de esta le espera una buena jeje... y si nos tengo mi arma secreta"

Vi como Mihasy conseguía bloquear mi flecha con su zampakuto pero iba cargada de tal energía que lo único que conseguía era que no llegara a tocarle y se veía arrastrado en la dirección que llevaba la flecha hasta terminar estampado contra una roca de gran tamaño. Al verse acorralado comenzó a reaccionar y vi cómo la flecha comenzaba a fluctuar y se notaba como un reiatsu proveniente de la punta del zampakuto comenzaba a mezclarse con el de la flecha y ésta terminó por desestabilizarse y desaparecer. Destrozó la roca en que había quedado incrustado y se desprendió de una tela blanca que llevaba a la espalda ya que debido al impacto se había quedado hecha unos zorros.Entonces comenzó a dirigirse a mí. Me dijo que no tenía intención de mostrarme su Bankai que para eso tenía que ganármelo. ¡Je! Ignorante, como si me importara que usase su bankai o lo que quisiera, yo lo que quería era acabar con aquel cobarde.
-Yo no me meto en si quisiste o no enfrentarte a unos idiotas, yo me meto con el hecho de que no salvaste a personas inocentes, al fin y al cabo, ¿tu trabajo no es salvar las almas inocentes? Pues podrías haber empezado por ahí. Recuerda ésto Shinigami, un gran poder acarrea una gran responsabilidad. Tu deber como poseedor del poder de un Comandante general por entonces era el de usar ese poder para proteger a quien estaba en desventaja, y no mirar para otro lado de esa forma tan cobarde. ¿"Ignorar los idiotas o que te destruyan por tener razón"? ¡Ja! ¡Cobardía en estado puro! Alguien así no merece ningún tipo de poder, merece ser presa de los hollow a ver qué pensaba entonces de toda esa gente valiente que arriesgaba sus vidas luchando contra los hollows por sus semejantes y no se escondía para guardarla.
-Otra cosa más, yo no estoy aquí para demostrarte nada a tí, estoy aquí para "purificar" tu culpa y hacer que pagues tus deudas. Por cobardía, por denegar el auxilio a un montón de gente inocente, y por dar una apacible vida eterna a un puñado de bastardos asesinos, ¡MUERE!
Saqué una de mis Seele Schneider y cuando me disponía a atacar ví como desaparecía pero al prestar más atención ví que se movía con gran velocidad a mi alrededor y comenzaba a lanzarme un montón de rayos e energía azulada desde múltiples lugares haciendo que hubiera un efecto de cúpula azulada a mi alrededor. Por si ésto fuera poco comenzó a tapar los agujeros que había entre rayo y rayo con llamaradas provenientes de su zampakuto. Tenía que reaccionar rápido. Usé hirenkyaku para buscar uno de los huecos entre los rayos que aún no había sido tapada con el fuego y traté de salir por él. Cuando estaba ya cerca del agujero vi que se acercaba rápidamente de modo que traté de darle un estocazo con la Seele con la mala suerte de que pasé mucho antes de que él llegara por lo que lo único que pude fue hacerle un pequeño corte en el dorso de la mano izquierda y además como me había distraído en cortarlo en pedazos uno de esos rayos me rozó el pié izquierdo haciéndome un agujero en el zapato y volatilizándome el dedo meñique. Menos mal que solo fue un roce que si no... Por lo menos había salido de aquel ataúd mortal.
Me quedé esperando y cuando terminó aquella cúpula y se quedó mirando desde lo alto, aparecí en su espalda y traté de darle un estocazo que él pudo bloquear siquiera sin girarse yendo de sobrao y corroborando con la mirada lo de que tenía que ganarme el bankai. Estando él de espaldas y bloqueando mi Seele por encima de su cabeza canalicé energía espiritual en mis piernas de una forma muy parecida al hirenkyaku para conseguir la velocidad para darle 600 patadas en la espalda antes de que saliera de mi alcance disparado contra el suelo en el mismo sitio que él había formado la humareda con su ataque. Por último lancé la Seele Schneider justo hacia el sitio donde debería estar él después de la caída.
Bajé hacia el suelo con hirenkyaku para luchar a ras de tierra que me sentía más cómodo. Presentía que éste no íva a ser la última jugada de la batalla.

Al lanzar mi ráfaga de golpes pude divisar que poco después, casi al momento de que tapara por completo todos los huecos de la encerrona, ví un pequeño rayo salir de allí. Antes de darme cuenta se encontraba detrás mia. Me giré rápidamente interponiendo mi katana prendida fuego en sentido vertical a mi cuerpo bloqueando un posible ataque, sin embargo el suyo era más veloz que mi movimiento, comenzó a realizar una serie de patadas a una velocidad brutal que mayormente golpeaban mi zampakutô al llegar, unas 23 me alcanzaron antes de que llegara a girarme para bloquear, sin embargo mantuve la compostura, con ello conseguí hacer arder los pies de mi rival al hacerlos golpear contra mi zampakutô. Me iba alejando poco a poco, noté que en un determinado momento se detuvo por unos instantes, casi no pude ver su movimiento, me lanzó hacia el suelo de la áfaga de golpes. Me quedé clavado en el suelo entre una densa humareda que se volvió mucho más densa que de costumbre y me ocultó totalmente. Un pequeño destello se acercaba con reiatsu a mi cabeza, conseguí darme cuenta a tiempo y la giré un poco. La selee schneider del quincy no me atravesó la cabeza por poco, la evadí y se quedó clavada en el suelo.
Me quedé mirándo la extraña flecha, tenía un movimiento extraño, era muy veloz el movimiento espiritual de esa flecha. La densa humareda seguía y aunque no lo sabía, Hass había desdendido hacia el suelo. Intenté levantarme, el dolor me hizo caer de rodillas y hechar un chorro de sangre por la boca. En ese momento ocurrió lo mas impertinente que podía haber ocurrido.

- HAYATO A QUE ESPERAS, LEVANTATE DE UNA VEZ Y PÉTALE EL CULO
- Yuto... no seas tan precipitado, hah, acabas de ver lo poderoso y veloz que es, este quincy ha sobrepasado a muchos...
- ACASO NO LE ESCUCHASTES???!!! TE LLAMÓ COBARDE!!!!
- No caigas en sus provocaciones Yuto... lo que intenta es intimidarnos... debemos demostrarle que no lo consigue.
- A LA MIERDA CON DAR A CONOCER... ¿ERES ESTÚPIDO O QUÉ? VÁMOS SÁCAME AHÍ FUERA, EN UN SANTIAMÉN ACABARÉ CON ÉL.
- Todavía no Yuto... paciencia...
- VAMOS HAYATO ERES UN COBARDE... REALMENTE TIENE RAZÓN, NO DEBERÍA HABERME ALIADO A TU ALMA, ESTÚPIDO!!
- Nadie te obliga a quedarte Yuto...
- ...
- Vamos... demostrémosle de qué estamos hechos.

Forzosamente me levanté del suelo y me puse en pie.

- Adelante Yutodaiki... demuestra tu abrumador poder... Bankai, Calcina el infierno, arde en la nada... Shota Yutodaiki!


Bankai: (Shota Yutodaiki) La katana pierde sus pinchos y se alarga el doble pero con la misma ligereza haciéndola mas manejable y letal, los pinchos se acumulan en la otra mano lo que hace que se parezca a una maza que a la vez le sirve de escudo, las armas están completamente al rojo vivo, y una aura de calor le rodea.


la nube de polvo se tornó de un rojo fuego, nunca mejor dicho, pues el fuego comenzó a extenderse por todo el terreno envuelto en humo haciendo que el polvo se volviera líquido generando una pasta de grava y roca en la cual estaba encerrado. Busqué la presencia de mi enemigo mientras acumulaba reiatsu en mis ambas palmas. Finalmente le detecté a pocos metros de mi. Susurré para mi mismo.

- Haber que haces con esto... Hadô #1 Sho (Impacto): Es una especie de fuerza que empuja al contrincante.

La pasta salió despedida a gran velocidad hacia la dirección de mi enemigo, pero no una parte, sino la mayoría de la niebla, pues había lanzado el Sho con mis ambas manos ampliando el terreno de impacto y la fuerza de este kidô. Sin embargo eso no fué todo, pues yo me desplacé con la pasta y antes de que llegara ejecuté un shumpô para ponerme detrás del quincy y agarrarle las extremidades para que no se pudiera mover. La pasta al rojo nos alcanzó a ambos y nos comenzó a abrasar, con la diferencia de que por mi poder, un efecto abrasivo era inútil ante la resistencia de mi cuerpo, aunqeu si es verdad que me abrasaba. Por suerte también el aura de fuego que aparece a mi alrededor calentaba tanto la pasta que al poco de tocarme se evaporaba, aunque no ocurría lo mismo con el quincy, al cual tan solo estaba abrasando. Metidos ambos en la nube, mientras el quincy forcejeaba acabé cansándome de agarrarle y mediante un movimiento con las piernas le estampé la cara en el suelo. La pasta se había enfriado definitivamente y ahora estaba encima del quincy agarrándole por la cabeza, su pelo no se quemaba sin embargo la sensación de quemadura la tenía en esa parte.

- Rindete quincy... no eres mi enemigo.

Me quedé mirando la polvareda levantada por el golpe de Mihasy. No se veía nada, era una nube muy espesa y no había manera de mirar en el interior pero no hacía falta ver nada por que una súbita explosión de reiatsu me dijo lo que estaba ocurriendo. Estaba liberando su bankai, estaba convencido. Todo comenzó a calentarse mucho, incluso la nube de polvo tomaba un color rojo que me decía que la temperatura había subido lo suficiente para fundir aquellas partículas en suspensión. El reaitsu que salía del centro de aquella nube era amenazador de verdad. Algo me decía que nada bueno podía salir de ahí, al menos bueno para mí.
La nube roja salió disparada contra mí. Me puse en guardia dispuesto a esquivar aquella avalancha de fuego que se venía contra mí. Cuando ejecutaba el hirenkyaku, noté una hola de calor detrás de mí. Ese reiatsu que venía de detrás de la avalancha de fuego ahora estaba detrás de mí, demasiado tarde para ajustar mi técnica. Por culpa del exagerado aporte de energía espiritual a mi espalda salí disparado por el hirenkyaku hacia la nube de polvo incandescente. Pude darme la vuelta a tiempo pero me abrasé toda la espalda por el contacto con la materia incandescente de la nube. A la vez que me abrasaba y haciendo acopio de toda mi fuerza de voluntad lancé un Seele Schneider contra los pies de Mihasy con la idea de clavárselo para dejarlo inmovilizado en aquella posición.
Después de ello y aunque la espalda me ardía realicé un hirenkyaku, ésta vez controlado y me puse a su izquierda para lanzarle una flecha pero me lo pensé mejor. Con tal cantidad de poder espiritual, una flecha no le hará lo suficiente como para equilibrar la balanza y le lancé otra Seele Schneider desde el flanco para hacerle una herida en el abdomen y poder reducir sus movimientos. Tras lanzar la Seele Schneider utilicé otra vez el hirenkyaku para moverme unos metros a mi izquierda. Necesitaba llevar la batalla desde cerca para poder equilibrar las posibilidades por que desde cerca mi velocidad sería decisiva y más si utilizaba la energía espiritual que él mismo derramaba por todos los poros de su cuerpo.
-Vaya, enorabuena, me has puesto en un auténtico aprieto. Nunca me había encontrado con nadie con semejante reiryoku. Pero eso no me va a detener. Tengo que purificar tu culpa por que tu culpa es mayor que la de los asesinos que mataron a mi clan. Tú lo sabías y no hiciste nada por lo tanto tus manos están manchadas por la sangre de todos a la vez. Para poder purificar esa culpa solo hay una pena, y por eso debes morir, por que no hay manera de que puedas limpiar tus manos, ya no.

Salió despedido hacia adelante antes de qeu le atrapara y se adentró en la nube incandescente.

- Va bien la cosa jeje.

Ví un pequeño destello y al momento noté un gran dolro en mi pie. Miré abajo y vi una flecha extraña.

- Mierda...

Me agaché para extraerla, entonces noté que a mi izquierda estaba él nuevamente, estaba agachándome para coger la flecha extraña y lanzó una nueva que pasó de largo rasgándome un poco la espalda y clavándose lejos.
Extraje la flecha extraña y me quedé mirándole. Esa flecha era extraña, parecía más bien una espada, peor no una espada normal, el movimiento de las partículas espirituales era muy veloz para ser una espada corriente.

- Muy bien... Eres astuto, y rápido por lo que puedo ver...

Se había chamuscado toda la espalda y yo estaba mi pie y espalda dañados. Tiré la espada lejos de donde yo estaba, realicé un shumpo y mi mano izquierda se incrustó en su cara haciendo un amago de lanzarle, sin embargo antes de qeu saliera despedido le clavé mi zampakutô en el brazo derecho y sequedó en la posición.

- ¿Eso es todo lo que puede ofrecer un quincy? No me has hecho más que rasguños estúpidos... deshonras a los tuyos Blutigen...

Le quité la katana y le metí un nuevo puñetazo con mi mano izquierda, o mejor dicho, con mi maza de pinchos, en la espelda y fué lanzado hacia el suelo sangrando por el brazo.

Me quedé mirando a mi rival. Se quitó la Seele Schneider que tenía clavada en el pié y la lanzó lejos de allí. Era un mastodonte. Seguro que sería capaz de luchar incluso con el pié agujereado. Estaba preparando mi siguiente movimiento pero no me dio tiempo por que se lanzó contra mí y me agarró con su enorme garra de la cabeza. Se le veía dispuesto a lanzarme lejos pero logré reaccionar antes:
(Defensa)Licht Regen: Ataque 100% Ishida, se le lanza al enemigo una lluvia de flechas.
Había conseguido hacerme sangrar por la nariz y la boca pero él se había comido un Licht Regen de lleno cosa que no creo que hubiera podido esquivar. Al acabar mi técnica, realicé un hirenkyaku y recogí la Seele Schneider que le había clavado en un pié y él había lanzado lejos.
-Ésto me puede ser muy útil teniendo en cuenta que es la única Seele Schneider que ha conseguido cortarlo.
Volví cerca de él de nuevo con hirenkyaku y pude ver los estragos que había sufrido por mi Licht Regen.
-No te creas que ésto se acaba aquí Shinigami.
Le mostré la Seele Schneider que había recogido.
-Ahora te vas a enterar de lo que valen los Quincy´s. Desde éste momento, tu reiryoku también me pertenece a mí.
(Ataque)Saqué otra Seele Schneider y comencé a atacarle con la dos Seele Schneider a la vez haciendo hirenkyaku alrededor suyo a la vez que lo iba atacando sin misericordia con ambas flechas a modo de espadas. Además, la Seele que lo había conseguido dañar continuaba absorviendo su energía espiritual e iba agotándolo.

Cuando le agarré y fuí a clavarle la zampakutô, pude sentir como acumulaba su energía espiritual muy rápidamente.

"¿Qué demonios?"

Me había atrapado, de su arco comenzaban a salir múltiples ráfagas de flechas a gran velocidad y debido a la poca distancia que nos separaba no tuve oportunidad de evadir completamente.
Realicé un shumpo y me alejé, en mi cuerpo se encontraban alojadas unas 10 flechas de energía espiritual por todo mi torso.

- Maldita sea... esto no es bueno
- No te creas que ésto se acaba aquí Shinigami.

Levanté la mirada y ví al quincy que me mostraba la flecha que anteriormente se me había clavado en el pie.

- Ahora te vas a enterar de lo que valen los Quincy´s. Desde éste momento, tu reiryoku también me pertenece a mí..
- ¿Mi reiryoku?

Como era posible qeu mi reiryoku fuese a ser de su poder, tan solo intentaba intimidarme. Aunque no me extrañaría, pues había oído hablar de armas Quincy que podrían absorber tu propio reiatsu, e incluído el reiryoku, esperaba que no fuese esta una de esas armas.
Me retiré todas las flechas de mi cuerpo con un profundo grito de agonía mientras el quincy extraía otra de sus flechas, aunque pas sujetaba como si fuesen espadas, detalle que me extrañó a la vez que me interesó.
El quincy comenzó a correr hacia mi posición con esas dos flechas/espadas en la mano, realizó su propia técnica de velocidad, pues no paraba de cambiar de posición. Con Yutodaiki y mi mano maza bloqueaba como podía los tajos ayudándome de mi concentración en el reiatsu de mi oponente, sin embargo su ataque iba a mayor velocidad de la que podía yo defenderme y consiguió rasgarme un par de ocasiones superficialmente.

"Ya está bien... Yutodaiki, demostrémosle nuestro poder" - pensé hacia mis adentros mientras a la vez hablaba con mi zampakutô.

Una bola de fuego me rodeó, esta bola hizo que Hass se quemase entero por la rapidez que se propagó este fuego y mi voz resurgió del centro de esa bola ígnea.

- Quincy, tu me has dicho que los quincys valeis mucho, que teneis un gran poder, y no lo dudo. Permíteme Hass enseñarte el verdadero poder de mi zampakutô. Aparece, Shota Yutodaiki.

La gran bola de fuego se dividió en dos exactamente iguales, una de ellas se disipó mostrando mi figura, sin embargo la otra bola de fuego se comprimió y comenzó a adquirir forma. Una forma humana ígnea, se trataba de mi zampakuto materializada. Shota Yutodaiki.



La simple visión de Yutodaiki transmitía calor por toda el área.

Yutodaiki - Vaya, ya era hora Hayato, ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos.
Hayato - Yuto, tenemos un grave problema delante nuestra.
Yutodaiki - ¿Este? Si mal no recuerdo, es el quincy que te está jodiendo a base de bien, ¿cierto?
Hayato - Si Yuto, ahora debemos derrotarle.
Yutodaiki - JAJAJAJA Venga debilucho, vamos a demostrarle que aunque seas un mierda, mi poder acabará con él.
Hayato - No seas arrogante Yuto... vamos.

Comenzamos a movernos en zig-zag ejecutando Shumpo a gran velocidad y en un campo extenso, de forma que no sabía donde estábamos exactamente.
Llegué hasta él y comencé a soltarle puñetazos clavándole los pinchos y le segaba varios cortes con mi zampakuto, cuando me estaba bloqueando, Yutodaiki apareció por su espalda y le abrasó entero de u nsolo puñetazo que le prendió fuego de tan solo rozarlo.

"Maldita sea, cada vez me agoto más rápido".

Yutodaiki siguió golpeando a gran velocidad a Hass mientras yo observaba sus movimientos. Me comenzaba a sentir agotado.

Mientras lo atacaba, algo explotó en él y terminó envuelto en llamas. Yo también me vi envuelto en aquellas llamas, pero un rápido hirenkyaku me permitió salir de allí antes de que las llamas fueran peligrosas de verdad. Una voz como de ultratumba comenzó a salir de dentro de la bola de fuego. Era su voz, pero ya no parecía la misma. Aquella voz alababa el poder de los quincy's y decía enseñarme el verdadero poder de su zampakuto. También dijo un nuevo comando de su zampakuto "Aparece, Shota Yutodaiki".
¿Otro comando? Nunca había oído hablar de un nivel de energía superior al bankai. Ésto era completamente desconocido para mí. Presté toda la atención que pude a los siguientes sucesos para saber qué es lo que estaba pasando. Pude ver cómo aquella bola de fuego que era en la que estaba envuelto aquel Shinigami cambiaba su forma, se alargaba hacia los lados y terminaba estrangulándose en medio como si se tratara de Mitosis. Las 2 bolas de fuego comenzaron a menguar y en ambas comenzaban a formarse sendas figuras humanoides.
Una de esas figuras humanoides se enfrió y terminó tomando la forma de mi contrincante, pero la otra no. La otra figura no se enfriaba pero sí que tomaba forma. Parecía algo que viniera del infierno. Era una persona, pero esa persona estaba envuelta en llamas. Además le salían 2 cuernos de la frente. Era como estar cara a cara con Lucifer. Sus ojos inyectados en llamas ardían al mirarme pues sabía que yo era su rival y eso parecía emocionarlo.
No sabía de dónde había salido aquel nuevo rival. Las dos personas que tenía delante de mí comenzaron una corta conversación antes de atacarme. Aquella conversación me dió una pista de quién era el nuevo pues el shinigami le llamó "Yuto". Pude recordar que su comando para liberar el shikai fue "Arde... Yutodaiki". Eso significa que su zampakuto se llamaba Yutodaiki bastante parecido al "Yuto" que había escuchado antes.
Traté de recordar si había estudiado alguna técnica Shinigami que fuera capaz de sacar el espíritu de la zampakuto al exterior pero no pude recordar nada de eso. No sabía si sería o no el espíritu de su zampakuto pero una cosa sí era segura, sea lo que sea lo que hubiera hecho, había gastado una buena cantidad de reiryoku y por si fuera poco, el poder ganado con su bankai había salido fuera de él materializándose dentro de esa extraña fiera ígnea. Ya sabía cual era el punto dévil de su táctica, él se había quedado prácticamente sin energía, si el combate se alargaba mucho podría terminar muriendo.
Tenía que conseguir que siguiera gastando energía. Si consumía la suficiente no le quedaría más remedio que recuperar la que había invertido en crear a la otra persona. Aquel nuevo adversario parecía más decidido pero, a la vez más alocado que el otro. Era como si fuera un adolescente buscando camorra.
Ambos comenzaron a moverse a la vez. Usando su Shumpo se acercaron a mí zigzagueando a mi alrededor de manera que no podía ver de dónde me iban a atacar. El Shinigami apareció delante de mí. Su energía habría disminuído, pero no su velocidad, seguía siendo tan rápido como siempre. Casi consigue darme de lleno varias veces con su maza de pinchos y aún esquivando la mayor parte del golpe me hizo sangrar del abdomen con cada uno de sus golpes. Cuando creía que ya lo tenía bloqueado me di cuenta de que era el menor de mis problemas por que "Yuto" apareció detrás de mí y fué a darme un puñetazo por la espalda pero no sería un puñetazo normal y corriente, sería un puñetazo con una mano de fuego y eso era inmensamente más peligroso.Doppel: Me aparto rápidamente comiéndose el ataque mi imagen de cuando estaba en esa posición.
Aparecí detrás del Shinigami y pude ver cómo "Yuto" le daba el puñetazo a su compañero en pleno estómago. Quizás el fuego no le haría mucho daño, pero un puñetazo en el estómago era siempre un puñetazo en el estómago. Acto seguido creé una flecha robando parte de la energía del shinigami y la disparé a la espalda de éste y estando en línea con la posición de "Yuto". Realicé hirenkyaku y me alejé un poco de ellos.
- ¿No crees Shinigami que es ilógico que haya conocido antes el nombre de tu zampakuto Yutodaiki o "Yuto" como tú la llamas que tu propio nombre? Bueno, Solamente de pensar en que eres un shinigami encuentro la respuesta. Vosotros sois así, no usais la cabeza, no sabéis razonar y por ello no sabéis hacer bien las cosas.
Mi cuerpo ya estaba bastante resentido de la batalla. Debía usar Ransotengai en una buena medida para poder seguir luchando a ese nivel. Tenía que conseguir a toda costa que gastara toda su reserva de energía antes de que mi cuerpo no pudiera soportarlo más.