Descansaba en un vasto valle cuando de repente un arrancar se me acercó, me conocía y se pensaba que había ido a buscarle. Sin siquiera mirarle le dije:
- Pues oye, no es mala idea, aunque estoy un ratejo perro
Entonces seguí sin mirarle y desenvainé a Yutodaiki, esta para nada parecía estar dormida pues pude sentir sus ansias de combate en su hoja.
- Tranquila Yuto, nos divertiremos un rato.
Desaparecí de la vista del arrancar y notó un ligero corteque apenas hizo cortó su piel por el costado izquierdo (AD) aparecí detrás de él de espaldas, todavía no le miraba a la cara.
- Vaya, estoy mas dormido de lo que pensaba, tendré que despertar, vamos Yuto, alégrame el dia!!
Entonces la zampakutô ardió en llamas y me envolvió en ellas los brazos y piernas. Me giré y le ví su rostro.
- Vaya, pero si es Barken Zuken jeje, cuanto tiempo, esta vez no te saldrás con la tuya amigo mio!!.